El cambio de ambiente ocurrió en junio y a partir de ese momento el sector de la metalmecánica vive en otro mercado totalmente distinto al que se dio en el primer semestre del año.
Son muchas las empresas de maquinaria que notan una fuerte retracción en las ventas y fundamentan esa caída, en el aumento de las tasas de interés de los créditos bancarios, que dejaron de estar tan subsidiadas como en el pasado reciente.
«Hasta junio, todo lo que se vendía se concretaba a través de los créditos bancarios que traccionaban mucho con las tasas subsidiadas por las empresas para que los clientes tuvieran ese beneficio», dijo Javier Grasso, gerente de ventas de Metalfor, empresa fabricante de pulverizadoras, fertilizadoras y cosechadoras entre otros equipos.
A partir de junio con el incremento de las tasas, explica Grasso, todas las carpetas que los clientes presentaron en los bancos con las operaciones que se habían acordado por escrito, hoy dos meses más tarde, se van cayendo debido a que el productor no está dispuesto a tomar las tasas del nivel que se ofrece. «En verdad, no las puede tomar porque termina siendo un costo financiero mucho más alto que la amortización real que le dará la máquina durante su uso a campo», advirtió.
Néstor Cestari, titular Industrias Metalúrgicas Cestari, empresa fabricante de acoplados auto descargables de Colón, Buenos Aires, explica que la suba de las tasas de financiación actuó como freno de mano de la fluidez que tenían las ventas hasta ese momento en el que se aplicaron esas nuevas tasas. Es claro que al productor, ahora no le cierran los números de su empresa como para sostener las nuevas tasas de los créditos aplicadas en esta etapa de negocios, comentó Cestari.
Fuente: https://www.clarin.com/
