“La situación con los precios cada vez está peor porque el poder adquisitivo de la gente no se equipara con los aumentos», remarcaron desde la Asociación de Propietarios de Carnicerías.
Como todos los meses, el Instituto de la Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) presentó un informe sobre el consumo de carne vacuna en el país, que volvió a caer. “En agosto de 2021 podían adquirirse 3,58 kilogramos de pollo fresco entero con un kilogramo de asado y, en el último mes de agosto, la capacidad de compra del corte asado vacuno en términos de carne aviar se redujo a 3,04 kilogramos”, detalló el informe del IPCVA.
El presidente de la Asociación de Propietarios de Carnicerías, Alberto Williams, destacó: “El consumo de carne bajó, pero todos los derivados sufrieron una desproporción en sus precios. El cerdo y el pollo también mermaron, lo que significa que no va a traer ningún beneficio para nosotros”. Asimismo, aseguró que, si bien el consumo de carne no recupera sus niveles normales, la gente no elige comprar pollo o cerdo, sino llevar otro corte más económico. “Si ponés la milanesa a mil pesos el kilo, llevan paleta, que vale menos, no el derivado”, marcó.
Al respecto, atribuyó esa situación a la agudización de la inflación. “La situación con los precios está cada vez peor, porque el poder adquisitivo de la gente no se equipara con los aumentos”, señaló. “Los valores aumentan porque al operador le suben los costos, la nafta, el peaje, y es perjudicial para el consumo”, sumó.
Por otra parte, Williams recordó que en el mercado de hacienda se mantiene la falta de cabezas de ganado, pero al bajar el consumo no hay tanta demanda. “No hay cabezas de ganado en el mercado ni pedidos de hacienda. Si la gente no compra, al mercado no le importa: lo que no venden en el mercado interno, lo exportan; prefieren hacer eso porque así le sacan mayor ganancia”, enfatizó.
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