Unos 150 agricultores familiares de las serranías vallistas se benefician del trabajo interinstitucional articulado por el INTA en lo sanitario, social, ambiental y económico.
Los extensionistas de distintas organizaciones y los productores recorren las serranías vallistas a lomo de mula.
La deuda con el desarrollo ganadero menor y mayor en la provincia de San Juan tiene la posibilidad de ser revertida con un proyecto estructural del INTA, relevada pro Suplemento Verde de DIARIO DE CUYO en el Departamento Fértil.
«»Tecnologías sostenibles para la estabilización y mejora de la competitividad de las cadenas productivas de ovinos, caprinos y camélidos sudamericano», señala el ingeniero Pablo Vitale, se llama este proyecto a nivel nacional del INTA y agrega: «Dentro del mismo existe una línea de trabajo, titulada «Mejoras productivas en ovinos y caprinos en el departamento Valle Fértil, provincia de San Juan», en donde se enmarcan las actividades que venimos llevando adelante desde hace 4 años entre vinculación y trabajo».
La coordinación de la línea de trabajo está a cargo del Vitale, Jefe de la Agencia de Extensión Rural -AER- Valle Fértil, dependiente de la Estación Experimental Agropecuaria San Juan del INTA quien describe el equipo de trabajo, interinstitucional e interdisciplinario, «conformado por la mencionada AER, el IPAF Cuyo y la EEA Hilario Ascasubi, provincia de Buenos Aires, todos del INTA; el Ministerio de Producción y Desarrollo Económico de la provincia de San Juan, a través de su Secretaría de Agricultura y sus direcciones de Desarrollo Pecuario y Desarrollo Agrícola, la Subsecretaría de Agricultura Familiar de la Nación, Escuela Agrotécnica Ejército Argentino, Municipalidad de Valle Fértil, Instituto Superior Técnico de Valle Fértil, Senasa, Ley Caprina y Ovina, Asociación Civil de Fomento y Desarrollo Astica, el Ministerio de Salud Pública y la Universidad Católica de Cuyo -UCCuyo- a través de su Laboratorio Provincial de Zoonosis de San Juan doctor Alberto Graffigna».
Y afirma Vitale: «Por supuesto, el trabajo está articulado con todos los productores de las localidades de Sierras de Chávez, Sierras de Elizondo y Sierras de Riveros que totalizan un poco más de 150 agricultores familiares distribuidos en 50 familias».
IDEAS CLARAS
El objetivo es «fortalecer la Producción Ovina y Caprina de los Pequeños Productores del Departamento Valle Fértil, provincia de San Juan». Y para cumplir con el mismo, el profesional destaca actividades como las encuestas de diagnóstico inicial para conocer los sistemas productivos en la zona de las Sierras de Valle Fértil, «las mismas sirvieron para relevar datos de composición de las familias y nivel de educación alcanzado por sus integrantes, tenencia de la tierra, tipo de producción pecuaria y existencias, momentos de parición de los principales animales criados -cabras y vacas-. También enfermedades presentes en la zona haciendo un rescate de los nombres locales usados, la medicina con plantas y recursos locales, momento del año en que ocurren las enfermedades, infraestructura para producir y demandas más sentidas por los productores».
Pero además lograron la «inscripción de todas las familias en el Registro Nacional de la Agricultura Familiar (RENAF) con la georreferenciación de todos los puestos o coordenadas geográficas y altitud sobre el nivel del mar».
También procedieron a la «revisión de animales en los puestos para diagnosticar enfermedades presentes, acompañando el mismo con recomendaciones para su curación y la aplicación de medicamentos veterinarios en caso de ser necesario».
Para Vitale, «este trabajo permitió identificar con sus nombres locales a las enfermedades presentes en las majadas de la zona serrana de Valle Fértil, el momento de ocurrencia de las mismas y las prácticas locales que propenden a mejorar el estado de salud de los animales afectados». Además, «se utilizó encuestas semi estructuradas, observación y talleres de validación -focus group-, como técnicas para explicitar y sistematizar los saberes en sanidad caprina de la comunidad serrana vallista».
También se trabaja «en la mejora de la infraestructura productiva con el objetivo de aumentar la productividad de las majadas ovinas. La mejora de corrales, reparos y techos, mediante la presentación de 2 proyecto de Ley Ovina para la totalidad de los productores que crían ovejas en la zona. Esto significa una importante disminución de las muertes que se producen, sobre todo en la época de parición».
«El trabajo interinstitucional del equipo, permite el abordaje de la parte sanitaria para detectar la presencia de enfermedades zoonóticas, como brucelosis e hidatidosis; y parasitosis internas como nematodos, cocccidios y fasciola», destaca el ingeniero agrónomo agregando: «también las revisiones semiológicas en corrales que permitan conocer la estructura de las majadas caprinas y suministrar información para el ordenamiento de las mismas con fines productivos. Hasta el momento se han logrado revisar cerca de 500 animales de las aproximadamente 3.000 existencias en toda la zona, que es el objetivo del trabajo».
Las tareas de extensión requieren de la dedicación extrema de profesionales y productores. El veterinario Juan Pablo Alberguini, el ingeniero Pedro Lucero, el técnico agropecuario Omar Cuenca y el ingeniero Pablo Vitales desarrollan capacitaciones.
Parasitosis y males zoonóticos, bajo la lupa
El capital social es la capacidad que tiene una sociedad construir redes de acción para trabajar en red por objetivos comunes. Como toda generación de capital se mide por los resultados y en cuanto a los obtenidos en este programa, el ingeniero Pablo Vitale a cargo de la AER Valle Fértil remarcó: «A pesar de llevar varios años trabajando en la zona, los resultados recién han comenzado a verse en el último periodo. Es por múltiples factores como dificultad de acceso a la zona. Hasta no hace mucho tiempo atrás, gran parte de este trabajo se hizo a lomo -tal como lo hacen los agentes sanitarios de salud rural desde los años ’70 del siglo pasado-, ya que no existían caminos para llegar. El equipo de trabajo inicialmente era reducido y por lo tanto los recursos humanos y económicos eran escasos».
Previo al inicio del trabajo, las sierras «contaban con escasa y en algunos casos nula información que permitiera tener un conocimiento de los productores del lugar, que actividades productivas desarrollan, cuantos animales tienen, tenencia de la tierra, infraestructura productiva entre otras problemáticas. Información básica para poder pensar en realizar intervenciones tendientes a ayudar a los productores; esta información ya está disponible y ha permitido generar líneas de trabajo que se ejecutan en la actualidad y sirve para futuras intervenciones».
Y destacó: «Se ha logrado un conocimiento de las enfermedades presentes en caprinos, ovinos y bovinos, sus momentos de ocurrencia en el año y remedios caseros; prácticas culturales y principios activos de uso veterinario utilizados para tratar las mismas. El usar instrumentos cualitativos, permitió recuperar una amplia información comunitaria. Serán la base para generar hipótesis de trabajos con mayor profundidad y hacer más eficiente la intervención en temas relacionados a la sanidad de las majadas caprinas en el área».
Por otro lado, «se ha logrado subir todos los materiales para el mejoramiento de corrales destinados a la cría de ovejas, esto ha llevado mucho tiempo ya que a gran parte de los puestos las chapas y postes fueron transportados con animales cargueros. El paso siguiente es la construcción de los techos y reparos».
«En parasitosis internas y enfermedades zoonóticas el trabajo acaba de comenzar» y está planificado que se extienda hasta fin de año», indicó Vitale agregando: «A pesar de ello ya se cuenta con los primeros resultados de los análisis realizados. Esto va a permitir conocer la presencia de las mismas y definir los tratamientos o prácticas para abordar las mismas».
PASOS A SEGUIR
La lista de temas para trabajar sin lugar a dudas es extensa, sobre todo en esta zona serrana aislada y con acceso de extensionistas muy eventual.
«En el corto plazo está planificado finalizar con el estudio de las parasitosis internas de los animales, la desparasitación de los mismos y la evaluación de esta práctica veterinaria», indicó el profesional agregando: «Con los datos obtenidos de las revisiones semiológicas, se harán recomendaciones para el ordenamiento de las majadas, como por ejemplo reemplazar machos y ajustar el número de los mismos, reemplazar hembras por defectos hereditarios o vejez y recomendaciones para tener un adecuado porcentaje de reposición», entre otras estrategias. Además, «estos datos serán utilizados para la presentación de una tesis de maestría en donde quedará plasmado todo el trabajo realizado».
La cartera de proyectos del INTA «finaliza en muy pocos meses e inicia una nueva que ya se ha comenzado a diseñar. Estos proyectos institucionales son los que permiten darle un marco a las actividades que se desarrollan en el territorio, además de ser una de las fuentes de financiamiento para las mismas».
Y con fuerza Vitale afirma: «Esta es una oportunidad para incluir algunas de las problemáticas u oportunidades que han surgido durante estos años, fruto del diagnóstico inicial que se llevó adelante. La sanidad en caprinos sigue siendo un tema que tiene mucho para trabajar y donde el productor demanda más acompañamiento».
Y suma finalmente: «El acceso al financiamiento es nulo si no es gestionado y acompañado por instituciones que hagan extensión, y ello es necesario para seguir trabajando en la infraestructura productiva, la valorización y protección de patrimonio genético con cientos de años de adaptación al lugar, el aprovechamiento comercial de algunos subproductos de la producción pecuaria como son los cueros, la producción de alimento a través del Forraje Verde Hidropónico y el estacionamiento del servicio, por mencionar algunos».