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El Ministerio de Agricultura fortalece la producción de mejillones en Tierra del Fuego

En el marco de un trabajo conjunto llevado adelante entre la subsecretaría de Pesca y Acuicultura y el gobierno de la provincia de Tierra del Fuego, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, que conduce Julián Domínguez, formalizó hoy un proyecto de fortalecimiento de la producción ictícola en la provincia, con inversiones previstas que superan los $19.000.000, que serán financiados por medio de un Aporte No Reintegrable del Fondo Nacional para el Desarrollo de las Actividades Acuícolas (Ley27.231). Al respecto, el subsecretario de Pesca y Acuicultura, Carlos Liberman, aseguró que «llevamos dos años complementando la pesca de la mano de la acuicultura, y en ese sentido, el impulso de cada uno de los proyectos de desarrollo que logramos en el país tiene un criterio productivo, pero también de innovación tecnológica, donde apuntamos a acoplar las ventajas competitivas de cada provincia con las necesidades del mercado local e internacional».

Los fondos se aplicarán al fortalecimiento del Laboratorio de Toxinas, donde se incorporará equipamiento específico de monitoreo en orden a la sostenibilidad del Sistema de Clasificación de Zonas Productivas de Moluscos Bivalvos. Además, se consolidará un Programa preventivo de Floraciones Algales Nocivas que afectan a la producción acuícola.

Este proyecto es resultado del trabajo mancomunado llevado adelante entre la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura, a través de su Dirección Nacional de Acuicultura, y el equipo técnico de la provincia. Asimismo, la sustentabilidad integral de la iniciativa fue oportunamente evaluada por la Comisión Asesora Técnica para la Acuicultura, de acuerdo con lo estipulado por las normas vigentes.

De esta manera se asegura el desarrollo sostenible de la miticultura en la provincia, que contará con la capacidad para realizar el seguimiento y monitoreo de la producción local de mejillones. Asimismo, disminuirán sensiblemente los costos inherentes a estas actividades, que impactan directamente sobre la competitividad de los emprendimientos. Por último, se complementarán las inversiones de empresarios de diverso porte, de forma tal que la producción proyectada para 2025 alcanzaría las 5.000 toneladas anuales.

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