El rendimiento de la última campaña rondó alrededor de los 2000-3000 kg/ha en la zona sur de Santa Fe. En este sentido, Prieto comentó que comparativamente con trigo o cebada, la arveja no posee grandes márgenes de ganancia. La gran ventaja no es el cultivo en sí, sino la secuencia completa. Los maíces sobre arveja han logrado rendimientos superiores al 20% en comparación con aquellos donde el antecesor es trigo. Por su parte, en soja ese porcentaje se eleva al 30%, destacó el especialista.
Fuente proteica para dietas animales
Desde el sudeste bonaerense, Iraola compartió la experiencia de un sistema de ciclo completo donde reemplazan la proteína de soja por arveja amarilla, producida en el mismo establecimiento. Con valores de proteína del 25-28%, la arveja también aporta energía, supliendo otras fuentes como maíz o afrechillo de trigo, remarcó.
Sumado a eso, agregó que tiene una excelente palatabilidad, por lo cual la ofrecen a los animales sin procesamiento previo, lo cual también resulta en una ventaja operativa, además de que corre bien en el silo de autoconsumo, en el caso de darla como suplementación.
Como claves para la producción, Masgrau remarcó que la recarga inicial de agua en el perfil es imprescindible para apuntar a un garbanzo de calidad, además de la elección de suelos sueltos y bien drenados. Por otro lado, este cultivo no se lleva bien con las zonas frías. Es por ello que la empresa lo produce desde el centro de Córdoba hacia el norte. Además, comentó la necesidad de hacer especial foco en la implantación, ya que su crecimiento inicial es lento y se corre riesgo de enmalezamiento, hasta que cierra el surco.
Trazabilidad y residuos de herbicidas
El consumo interno de garbanzo en nuestro país es bajo, la mayor parte se exporta y su principal destino es para consumo directo, por lo cual la calidad y trazabilidad son fundamentales. En este sentido, Masgrau destacó que las exigencias del mercado son variables, pero para acceder a mejores precios es necesario ajustar algunos procedimientos de manejo. Por ejemplo, para evitar la residualidad de desecantes en los granos, una buena opción es efectuar la cosecha mediante corte mecánico y luego, a los 4-5 días cosecha, con recolector, comentó. Esto les permite acceder al mercado europeo, que si bien es el más exigente, es el más alentador en precios, agregó. Otros mercados alternativos, menos exigentes en calidad y trazabilidad son Pakistán y México.
Integración empresarial total
Actualmente, Tecnocampo exporta a más de 20 países. La empresa posee una planta de procesamiento, lo cual les permite salir directamente al mercado exportador. Por otro lado, no se tira nada. Los granos chicos y partidos son destinados al consumo animal en una cabaña reproductora. «Lo que se busca es tener buena calidad para apuntar al mercado de consumo directo y todo lo que son descartes o subproductos, canalizarlos para el consumo animal», concluyó el representante de la firma socia de Aapresid.
Fuente: Aapresid