Distintos organismos públicos y privados anunciaron en la última semana herramientas para que el sector financie capital de trabajo, innovaciones intrafinca e incluso adquiera seguros de exportación. La lista completa, en la nota
Durante la semana, el Fondo Provincial para la Transformación y el Crecimiento (FtyC) de la provincia anunció que se ampliaron los límites de financiamiento para riego y protecciones contra heladas y granizo. Así, se elevó a más de $76 millones el tope máximo a solicitar, con una tasa del 20,36% anual.
La herramienta, podría listarse entre otras disponibles para productores y exportadores vitivinícolas, y a la que se puede acceder, según el tamaño de cada empresa.
Así, los microproductores agrarios (hasta 15 has.), la clasificación más baja en la escala de las pymes, podrán tomar hasta $4.785.000 para colocar la tela protectora de la temida piedra y para aplicar técnicas de eficiencia hídrica, con el objeto, además, de proteger los cultivos de las heladas, hasta $8.373.750.
Por su parte, en el caso de las empresas medianas tramo 2 (más de 100 has.), la calificación más alta, sus titulares podrán solicitar hasta $76.560.000, en cualquiera de las tres líneas mencionadas.
Sin embargo, más allá de los montos máximos, para definir el financiamiento, se tendrán en cuenta las hectáreas en donde se efectuará cada inversión. En el caso de la colocación de malla antigranizo, los montos son: $551.204, para espalderos (Grembiule); $2.301.015, para parrales (doble vertiente); $1.817.645, para frutales (doble vertiente) y $1.893.982, para cultivos hortícolas (doble vertiente).
En tanto que para los sistemas de eficiencia hídrica en sí y para combatir heladas los montos por hectárea, son: vid por goteo, U$S4.470; frutales por goteo por un lateral, U$S4.060; frutales por goteo de dos laterales, U$S4.660; frutales por microaspersión, U$S5.130 y cultivos hortícolas por goteo, U$S5.865.
En cuanto al dinero, se devuelve en cinco años, incluido uno de gracia, para la línea antigranizo, y en 10 años, con dos de gracia, para la eficiencia hídrica contra heladas. Pudiendo sumar garantías prendarias, hipotecarias o aval de SGR (Sociedad de Garantía Recíproca).
Asimismo, en todas las operatorias existe la posibilidad de solicitar hasta $750.000 con un garante propietario o con bono de sueldo.
INVERSIÓN PRODUCTIVA
Por otro lado, el Banco De Inversión y Comercio Exterior (BICE, banco público argentino), dispone de una línea de $9.500 millones para financiar proyectos de inversión productiva, y el 15% de la misma se destina al sector vitivinícola.
En el marco de la “inversión productiva”, se pueden solicitar hasta $50 millones para MiPymes exportadoras a Brasil y $75 millones para MiPymes. El dinero se devuelve en plazos desde 48 meses y hasta 84 meses, con hasta 24 meses de gracia en capital.
En cuanto a las tasas, para MiPymes exportadoras a Brasil se combina Badlar BP + 6 p.p.a. con tope fijo hasta 24 meses (Spread 6% y tope fijo 36%). La bonificación de FONDEP es de hasta 14 p.p.a los primeros 36 meses , no pudiendo ser menor a 15% la tasa a pagar por los beneficiarios. Y, para el resto de las micro, pequeñas y medianas empresas se mantienen las mismas condiciones, pero el FONDEP bonifica la tasa hasta 12 puntos porcentuales los primeros 36 meses.
DESCUENTO DE CHEQUES, OTRA FORMA DE FINANCIAMIENTO
Además de otorgar el aval para los créditos mencionados, las Sociedades de Garantía Recíprocas ofrecen otra alternativa y consiste en la emisión de cheques en el mercado de capitales, de esta manera, el productor de uva puede cobrar en una sola cuota en el inicio del ciclo, en lugar de hacerlo en cuotas como es habitual, y la bodega se beneficia al pagar en hasta 12 meses de plazo.
Así, desde Acindar Pymes explicaron que llevan avalados más de $1.700 millones en la cadena vitivinícola mendocina. “Hoy Acindar Pymes avala a más de 100 productores y más de 15 bodegas mendocinas. Los beneficios para la cadena de valor son múltiples, teniendo un gran impacto en los plazos de pagos y en el acceso a bajas tasas de crédito”, agregaron.
EXPORTAR SIN RIESGOS Y POR EL PRECIO DE UN PAR DE ZAPATILLAS
Las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MiPymes) pueden adquirir un seguro a la exportación, de forma colectiva, con exportaciones anuales de entre 50 mil y 300 mil dólares, y por entre 10 mil y 20 mil pesos mensuales (según el volumen exportador).
Se trata de una herramienta que pone a disposición ProMendoza y que permitirá asegurar las ventas al exterior (cobrar sí o sí por la mercadería despachada); e incluso hasta negociar facturas en bancos y Sociedades de Garantía Recíproca, como si se tratara de un cheque u ON, y se convertiría así en una herramienta más de financiación “a tasas bajísimas”.
“Por el costo de un par de zapatillas, se accede a una herramienta, que tiene las siguientes ventajas”:
Protege frente a un no pago: a los 60 días de la denuncia la compañía aseguradora abona el 90% de lo que se debía cobrar y el 10% restante, cuando le terminan de cobrar al deudor; la acción de recobro la hace Coface o la compañía que intervenga (se ahorran costos en litigios);
Evita sanciones: El Banco Central hoy obliga a ingresar las divisas a los 180 días de embarcar, de lo contrario, puede caber una sanción al exportador o la autoridad monetaria exige que se haga una acción judicial al importador que no paga para demostrar que esa es la razón por la que no se han ingresado las divisas. En cambio, teniendo este seguro, se obtiene esa justificación, sin sanciones, y sin que el Central afecte cobros de reintegros.
Según explicó Mario Lázzaro, Gerente de ProMendoza, en el sector vitivinícola, de 400 bodegas, 318 no superan los 300 mil dólares de exportación anuales, algo que les impide acceder a seguros de exportación por cuenta propia, y es por ellas que se armó esta opción que permitirá bajar costos y adherir, de forma colectiva.
Durante la semana, el Fondo Provincial para la Transformación y el Crecimiento (FtyC) de la provincia anunció que se ampliaron los límites de financiamiento para riego y protecciones contra heladas y granizo. Así, se elevó a más de $76 millones el tope máximo a solicitar, con una tasa del 20,36% anual.
La herramienta, podría listarse entre otras disponibles para productores y exportadores vitivinícolas, y a la que se puede acceder, según el tamaño de cada empresa.
Así, los microproductores agrarios (hasta 15 has.), la clasificación más baja en la escala de las pymes, podrán tomar hasta $4.785.000 para colocar la tela protectora de la temida piedra y para aplicar técnicas de eficiencia hídrica, con el objeto, además, de proteger los cultivos de las heladas, hasta $8.373.750.
Por su parte, en el caso de las empresas medianas tramo 2 (más de 100 has.), la calificación más alta, sus titulares podrán solicitar hasta $76.560.000, en cualquiera de las tres líneas mencionadas.
Sin embargo, más allá de los montos máximos, para definir el financiamiento, se tendrán en cuenta las hectáreas en donde se efectuará cada inversión. En el caso de la colocación de malla antigranizo, los montos son: $551.204, para espalderos (Grembiule); $2.301.015, para parrales (doble vertiente); $1.817.645, para frutales (doble vertiente) y $1.893.982, para cultivos hortícolas (doble vertiente).
En tanto que para los sistemas de eficiencia hídrica en sí y para combatir heladas los montos por hectárea, son: vid por goteo, U$S4.470; frutales por goteo por un lateral, U$S4.060; frutales por goteo de dos laterales, U$S4.660; frutales por microaspersión, U$S5.130 y cultivos hortícolas por goteo, U$S5.865.
En cuanto al dinero, se devuelve en cinco años, incluido uno de gracia, para la línea antigranizo, y en 10 años, con dos de gracia, para la eficiencia hídrica contra heladas. Pudiendo sumar garantías prendarias, hipotecarias o aval de SGR (Sociedad de Garantía Recíproca).
Asimismo, en todas las operatorias existe la posibilidad de solicitar hasta $750.000 con un garante propietario o con bono de sueldo.
INVERSIÓN PRODUCTIVA
Por otro lado, el Banco De Inversión y Comercio Exterior (BICE, banco público argentino), dispone de una línea de $9.500 millones para financiar proyectos de inversión productiva, y el 15% de la misma se destina al sector vitivinícola.
En el marco de la “inversión productiva”, se pueden solicitar hasta $50 millones para MiPymes exportadoras a Brasil y $75 millones para MiPymes. El dinero se devuelve en plazos desde 48 meses y hasta 84 meses, con hasta 24 meses de gracia en capital.
En cuanto a las tasas, para MiPymes exportadoras a Brasil se combina Badlar BP + 6 p.p.a. con tope fijo hasta 24 meses (Spread 6% y tope fijo 36%). La bonificación de FONDEP es de hasta 14 p.p.a los primeros 36 meses , no pudiendo ser menor a 15% la tasa a pagar por los beneficiarios. Y, para el resto de las micro, pequeñas y medianas empresas se mantienen las mismas condiciones, pero el FONDEP bonifica la tasa hasta 12 puntos porcentuales los primeros 36 meses.
DESCUENTO DE CHEQUES, OTRA FORMA DE FINANCIAMIENTO
Además de otorgar el aval para los créditos mencionados, las Sociedades de Garantía Recíprocas ofrecen otra alternativa y consiste en la emisión de cheques en el mercado de capitales, de esta manera, el productor de uva puede cobrar en una sola cuota en el inicio del ciclo, en lugar de hacerlo en cuotas como es habitual, y la bodega se beneficia al pagar en hasta 12 meses de plazo.
Así, desde Acindar Pymes explicaron que llevan avalados más de $1.700 millones en la cadena vitivinícola mendocina. “Hoy Acindar Pymes avala a más de 100 productores y más de 15 bodegas mendocinas. Los beneficios para la cadena de valor son múltiples, teniendo un gran impacto en los plazos de pagos y en el acceso a bajas tasas de crédito”, agregaron.
EXPORTAR SIN RIESGOS Y POR EL PRECIO DE UN PAR DE ZAPATILLAS
Las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MiPymes) pueden adquirir un seguro a la exportación, de forma colectiva, con exportaciones anuales de entre 50 mil y 300 mil dólares, y por entre 10 mil y 20 mil pesos mensuales (según el volumen exportador).
Se trata de una herramienta que pone a disposición ProMendoza y que permitirá asegurar las ventas al exterior (cobrar sí o sí por la mercadería despachada); e incluso hasta negociar facturas en bancos y Sociedades de Garantía Recíproca, como si se tratara de un cheque u ON, y se convertiría así en una herramienta más de financiación “a tasas bajísimas”.
“Por el costo de un par de zapatillas, se accede a una herramienta, que tiene las siguientes ventajas”:
Protege frente a un no pago: a los 60 días de la denuncia la compañía aseguradora abona el 90% de lo que se debía cobrar y el 10% restante, cuando le terminan de cobrar al deudor; la acción de recobro la hace Coface o la compañía que intervenga (se ahorran costos en litigios);
Evita sanciones: El Banco Central hoy obliga a ingresar las divisas a los 180 días de embarcar, de lo contrario, puede caber una sanción al exportador o la autoridad monetaria exige que se haga una acción judicial al importador que no paga para demostrar que esa es la razón por la que no se han ingresado las divisas. En cambio, teniendo este seguro, se obtiene esa justificación, sin sanciones, y sin que el Central afecte cobros de reintegros.
Según explicó Mario Lázzaro, Gerente de ProMendoza, en el sector vitivinícola, de 400 bodegas, 318 no superan los 300 mil dólares de exportación anuales, algo que les impide acceder a seguros de exportación por cuenta propia, y es por ellas que se armó esta opción que permitirá bajar costos y adherir, de forma colectiva.